Detienen a más de 1,200 seguidores de Bolsonaro por el asalto golpista en Brasil

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Ataque a la democracia en Brasil. Miles de seguidores del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro asaltaron las sedes del Congreso, del Tribunal Supremo y de la Presidencia de Brasilia exigiendo un golpe de Estado. Cientos de manifestantes que piden la intervención de las FF.AA. contra el gobierno recién instalado del presidente Lula da Silva, ingresaron al edificio de los tres poderes, rompiendo vidrieras y enfrentándose a la policía.

Una semana después de que Lula da Silva asumiera la presidencia de Brasil en la explanada del Congreso y la sede de gobierno de Brasilia, centenares de manifestantes pro bolsonaristas superaron las barreras de seguridad de la Policía del Distrito Federal e ingresaron al edificio del Parlamento.

El hecho se registró luego que decenas de buses llegaran a la capital brasileña para unirse a otros manifestantes que acampan frente al Cuartel General del Ejército para exigir un golpe de Estado en contra del recién asumido mandatario que se impuso a Bolsonaro en la elección de 2022.

La situación llevó a que las fuerzas policiales dispararan bombas lacrimógenas en contra de la gente que de manera masiva se desplazaba por las calles aledañas al Planalto y el Congreso.

En su cuenta de Twitter, el ministro de Justicia Flavio Dino, se refirió a la situación considerándola como un “intento absurdo por imponer la voluntad por la fuerza”, adelantando que “no va a prevalecer.

Los reportes de algunos medios señalan que los manifestantes golpistas ingresaron a los edificios de los tres poderes, rompieron vidrios y accionaron los sistemas de emergencia contra incendios, provocando que el agua cayera sobre algunos muebles.

El presidente Lula que había aterrizado a las 13.30 horas en Araraquara para evaluar los daños provocados por las lluvias en ese municipio distante a 270 kilómetros de Sao Paulo, está reunido con varios de sus ministros evaluando los daños que está dejando la manifestación en la capital.

El mandatario calificó los ataques en la Plaza de los Tres Poderes como actos fascistas y decretó la intervención federal en el Distrito Federal.

“Quiero asegurarles que todas las personas que participaron eso serán encontradas y serán castigadas. Ellos van a tener que entender que la democracia es la garante de la libertad, de libre comunicación, de libre expresión, pero también exige que las personas respeten las instituciones que fueron creadas para defender la democracia”, precisó Lula.

El jefe de Estado agregó que esta situación “no tiene precedente en la historia de nuestro país”, junto con adelantar que impulsarán desde el Ejecutivo que se investigue y determina “quiénes financian a estos vándalos”.

La Fiscalía general solicitó abrir inmediatamente investigaciones que lleven a la "responsabilización de los involucrados" en los ataques contra las sedes de los poderes en Brasilia.

El gobernador del distrito de Brasilia, Ibaneis Rocha, aliado de Bolsonaro, pidió disculpas a Lula y calificó a los responsables de "verdaderos terroristas".

"En ningún momento pensamos que estas manifestaciones tomarían tales proporciones", afirmó.

Rocha despidió al jefe de seguridad de la capital, Anderson Torres, que había sido ministro de Justicia de Bolsonaro.

Pero a su vez el magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes ordenó a Rocha apartarse por 90 días de su cargo.

La Abogacía General de la Unión (AGU) pidió al Supremo Tribunal Federal (STF) ordenar el arresto de Torres y "otros agentes públicos responsables por acciones u omisiones", según varios medios locales.

Moraes también ordenó la desocupación total "en 24 horas" de los campamentos levantados frente a cuarteles militares por seguidores de Bolsonaro descontentos por su derrota ante Lula en el balotaje presidencial del 30 de octubre.

Mientras, el procurador general de la República, Augusto Aras, señaló a través de un comunicado que solicitó a la Procuraduría de la República en el Distrito Federal “la inmediata apertura de un procedimiento criminal revisando la responsabilidad de los involucrados en los hechos”.

Los acontecimientos de Brasil fueron comentados por varios mandatarios en diferentes partes del mundo donde expresaron su repudio a estos ataques en Brasilia y la solidaridad con el presidente Lula da Silva.

Inician investigaciones de asalto a edificios del Estado

Las autoridades brasileñas investigaban este lunes cómo fue posible que miles de partidarios del expresidente Jair Bolsonaro asaltaran, saquearan y causaran grandes destrozos en los edificios del Congreso, la Corte Suprema y el palacio presidencial en Brasilia.

Los manifestantes reclamaban una intervención militar que reinstaurara al ultraderechista Bolsonaro en el poder o expulsara al presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, recién instalado en el cargo, en escenas de caos y destrucción que recordaron el asalto del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos.

Turbas de personas vestidas de colores verde y amarillo de la bandera nacional rompieron ventanas, derribaron muebles y arrojaron computadoras e impresoras al suelo.

También agujerearon en cinco puntos un enorme cuadro de Emiliano Di Cavalcanti, volcaron la mesa con forma de U donde se reúnen los jueces de la Corte Suprema, arrancaron la puerta del despacho de un juez y vandalizaron una emblemática estatua ante la corte.

Los interiores de los edificios monumentales quedaron en estado de ruina.

La Fiscalía general solicitó abrir inmediatamente investigaciones que lleven a la "responsabilización de los involucrados" en los ataques contra las sedes de los poderes en Brasilia.

El gobernador del distrito de Brasilia, Ibaneis Rocha, aliado de Bolsonaro, pidió disculpas a Lula y calificó a los responsables de "verdaderos terroristas".

"En ningún momento pensamos que estas manifestaciones tomarían tales proporciones", afirmó.

Rocha despidió al jefe de seguridad de la capital, Anderson Torres, que había sido ministro de Justicia de Bolsonaro.

Pero a su vez el magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes ordenó a Rocha apartarse por 90 días de su cargo.

La Abogacía General de la Unión (AGU) pidió al Supremo Tribunal Federal (STF) ordenar el arresto de Torres y "otros agentes públicos responsables por acciones u omisiones", según varios medios locales.

Moraes también ordenó la desocupación total "en 24 horas" de los campamentos levantados frente a cuarteles militares por seguidores de Bolsonaro descontentos por su derrota ante Lula en el balotaje presidencial del 30 de octubre.

(Telemundo, El País,DW, Radio Universidad de Chile)