Nayib Bukele se declara ganador de los comicios en El Salvador
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se declaró ganador ayer de las elecciones presidenciales, cuando aún no se publicaba ningún resultado oficial sobre el conteo y pese a los cuestionamientos por la prohibición constitucional a la relección inmediata.
En un mensaje en la red social X, el mandatario aseguró haber cosechado una votación que, de acuerdo con sus números, supera 85 y le garantiza 58 de 60 diputados en la Asamblea, punto clave para mantener el régimen de excepción y su política de mano dura contra las pandillas.
Los resultados oficiales preliminares comenzaron a publicarse casi dos horas después y desde el primer momento le dieron amplia ventaja al partido del gobernante Nuevas Ideas. Con 31.49 por ciento del escrutinio, su partido sumaba casi 1.3 millones de votos, seguido por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), con 110 mil 244 votos.
“El Salvador ha roto todos los récords de todas las democracias en toda la historia del mundo”, dijo Bukele tras conocerse los primeros resultados. Según las proyecciones, gobernará con 58 de los 60 diputados del Congreso.
Miles de seguidores del ya relecto presidente Bukele se concentraron durante la noche frente al Palacio Nacional para celebrar una victoria apabullante como todos los sondeos habían pronosticado. Norma y Mercedes vinieron a festejar vestidas con la camiseta azul claro y la letra N que identifica a Nuevas Ideas, el partido de Bukele.
“Hemos vuelto al Salvador después de muchos años, bendiciones al pueblo salvadoreño”, dice Norma. “Estamos felices, no podemos expresar más la felicidad que sentimos acá”, expresaba por su parte Mercedes.
Durante la jornada, tranquilidad y seguridad en los colegios electorales. Y eso también pesaba a favor del presidente. “No ha habido disturbios, hemos votado con seguridad y tranquilidad, algo que antes no era sí, uno venía con miedo”, se felicita José Salvador.
La encrucijada de lo que significa el modelo Bukele para El Salvador y para el planeta pasa a una nueva fase. La concentración de poder del presidente será la característica que determine el próximo mandato y la posición de fragilidad de los contrapoderes, con ya no sólo un Ejecutivo y Legislativo controlado por él, un judicial que en buena parte también y una prensa oficialista que comienza a invadirlo todo.
“El pueblo salvadoreño habló y no sólo habló fuerte y claro, sino que habló de la manera más contundente de toda la historia de la democracia en el mundo entero. Señores periodistas, si esto no les convence, señores de las ONG, señores de los organismos internacionales, la ONU, la OEA, si esto no les convence, nada los va a convencer”, dijo en el discurso el presidente electo en referencia a las críticas por su “autoritarismo” y “estado de excepción” casi permanente.
Al micrófono de RFI, el líder opositor izquierdista del FMLN Manuel “el Chino” Flores que ha llegado segundo con un apoyo de entre el 3% y el 4%, según estimaciones, ha denunciado una campaña injusta monopolizada mediáticamente por el oficialismo.
“¿Cuántos spots televisivos nos dio? Cero, ¿cuántas cuñas radiales? Cero. Nos ahogaron económicamente. Todo el mundo cayó. No nos dieron la deuda política que es ley de la república. Allí andan los ministros con carros del Estado. ¿Por qué no usan los de ellos en época electoral?”, denunció el opositor.
Delya Rodríguez, de 31 años, estaba entusiasmada. Soy fanática de Bukele, ésta es la primera vez que soy fanática de un partido, aseguró la mujer que tiene una granja de pollos y cree que los partidos tradicionales nunca han hecho nada a favor de personas como ella.
Sobre las críticas a Bukele, las ataja: es un presidente único y diferente. Es histórico.
La popularidad de este publicista milenial, de 42 años, está apuntalada en el cambio en el ambiente de seguridad que, según encuestas, vive el país centroamericano. En el pasado, El Salvador fue señalado como uno de los más violentos del mundo.
En respuesta a preguntas de periodistas, el mandatario rechazó las críticas externas a su modelo de seguridad y defendió que El Salvador dejó de ser la capital de los asesinatos del mundo y no lo hemos logrado con una receta extranjera, sino con el régimen de excepción.
Según encuestas, más de 80 por ciento de la población cree que la situación de seguridad ha mejorado y, tal como contaron algunos votantes, nadie quiere que las pandillas recuperen espacios.
La delegación de observadores de la Organización de Estados Americanas, encabezada por la ex vicepresidenta panameña, Isabel de Saint Malo, aseguró a los periodistas que las elecciones se desarrollaron con tranquilidad.
Desde hace casi dos años el país vive bajo un régimen de excepción que se renueva en el Congreso mes a mes a petición de Bukele, quien primero militó en el FMLN y luego en el centrizquierdista Cambio Democrático. El régimen de excepción suspende derechos ciudadanos fundamentales como el de tener acceso a un abogado o el de ser informado de los motivos de la detención.
En ese contexto, más de 76 mil personas han sido encarceladas –90 por ciento está sin sentencia judicial– y aunque esa estrategia ha sido ampliamente cuestionada por organizaciones de derechos humanos, constituye los cimientos de la política de mano dura que Bukele planteó para luchar contra la delincuencia y las pandillas en sus últimos años de mandato.
Bukele comenzará el nuevo mandato el próximo 1 de junio con la incógnita de saber si, a largo plazo, puede persistir en un modelo de estado de excepción renovado hasta en 22 ocasiones que se salda con detenciones arbitrarias y más de 200 muertos en prisión desde que arrancó en marzo de 2022.
(La Jornada, Euronews, Radio Universidad de Chile)