La despedida del guerrillero que conmovió al mundo: Fallece Pepe Mujica

El expresidente uruguayo José "Pepe" Mujica falleció el 13 de mayo de 2025 a los 89 años, tras una larga lucha contra el cáncer. Su deceso generó una ola de reacciones a nivel nacional e internacional, destacando su legado político y su estilo de vida austero.
El 13 de mayo de 2025, Uruguay y el mundo despidieron a José "Pepe" Mujica, el exguerrillero y presidente que trascendió fronteras con su estilo de vida austero y su discurso anticonsumista. A los 89 años, Mujica falleció tras una valiente lucha contra el cáncer de esófago, enfermedad que finalmente hizo metástasis.
Yamandú Orsi, el actual mandatario uruguayo, confirmó la noticia a través de sus redes sociales, expresando el profundo dolor que embargaba a la nación. "Con profundo dolor comunicamos que falleció nuestro compañero Pepe Mujica. Presidente, militante, referente y conductor. Te vamos a extrañar mucho Viejo querido", escribió Orsi.
La salud de Mujica se había deteriorado en los últimos meses, y él mismo había declarado públicamente que su ciclo estaba llegando a su fin. "Ya terminó mi ciclo. Sinceramente, me estoy muriendo. El guerrero tiene derecho a su descanso", confesó al semanario Búsqueda en enero, poco después de que su médica personal confirmara la metástasis hepática.
A pesar de su enfermedad, Mujica se mantuvo activo en la política, siendo un pilar fundamental en la campaña que llevó a Yamandú Orsi a la presidencia en 2024. Tras la victoria, Mujica expresó a la AFP que sentía un "grato sabor, un poco como premio de despedida".
Mujica, conocido como "el presidente más pobre del mundo" por su rechazo a los lujos, alcanzó una popularidad global inusual para un líder de un país pequeño como Uruguay. Sus discursos en la ONU, donde criticó el consumismo y el "dios mercado", resonaron en todo el mundo. Su estilo desenfadado y sus frases memorables, a menudo polémicas, lo convirtieron en una figura icónica.
Su presidencia (2010-2015) estuvo marcada por políticas progresistas, como la legalización del mercado de marihuana y la acogida de expresos de Guantánamo. Su pasado como guerrillero tupamaros, su lucha contra la dictadura y sus años de prisión dejaron una huella profunda en su vida y en su visión política.
Tras dejar la presidencia, Mujica continuó activo en la política uruguaya, aunque la pandemia lo obligó a renunciar a su banca en el Senado en 2020. Su vida personal estuvo marcada por su relación con Lucía Topolansky, su compañera de lucha y vida durante cinco décadas. "Haber encontrado a Lucía a la larga fue el mayor acierto", confesó Mujica a la AFP, reconociendo que sin ella, su vida habría sido "muy difícil".
El legado de José Mujica trasciende la política; es el de un hombre que vivió con coherencia, defendiendo sus ideales y dejando una marca imborrable en la historia de Uruguay y América Latina.