Una de las democracias más grandes del mundo, donde la discriminación persiste

Escrito por Mónica Orjuela
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En esta serie de fotografías sobre India, hay hombres y mujeres, activistas sociales, defensores de derechos humanos, comunidades Dalit, trabajadoras domésticas, vaciadores de letrinas y mujeres defensoras, quienes generosamente me permitieron acercarme con la lente. Un intento por reflejar a quienes en medio de las vicisitudes, luchan por una mejor vida.

Un viaje hacia la belleza, en los lugares donde la vida persiste a pesar de lo inhumano. Ver la realidad a través de los ojos del otro, inspirarse y dejar una ventana abierta a la empatía, para finalmente, terminar viendo nuestro propio reflejo.

Estas fotografías tomadas en el otoño del 2017, un trabajo realizado junto al Fondo Noruego de Derechos Humanos, quien trabaja con organizaciones locales defensoras de derechos humanos, en temas como el acceso a la justicia, contra la discriminación y la marginalización, en Karnataka, Andra Pradesh y Tamil Nadu, India.

Comunidad interpreta obra de teatro, en la que exponen crímenes cometidos contra las comunidades Dalit. Marpu Society, Bangalore-Chittoor District, Andra Pradesh.

Mujer Dalit participa en la reunión de bienvenida al FNDH junto con la organización Marpu Society. Trabajan el derecho a la tierra de las comunidades Dalits. Bangalore-Chittoor District, Andra Pradesh.

India es un país con una riqueza cultural enorme y una de las democracias y economías más grandes del mundo, paradójicamente uno de los lugares con más desigualdad. Según el último imforme de la ONU, India encabeza la lista de países con la mayor proporción de personas en pobreza extrema, al tener a más del 30 por ciento de pobres extremos del mundo.

Mujer Dalit muestra foto de su hijo asesinado por sus mejores amigos, pertenecientes a una de las cuatro Castas. Organización Sanchaya Nele, Gulbarga sur de India.

En India existe un sistema de castas. Una creencia Hindu en la que hay cuatro varnas tradicionales, con niveles jerárquicos. Varna hace referencia a la creencia de que muchos humanos fueron creados a partir de diferentes partes del cuerpo de la divinidad Púrusha, la parte de la que cada Varna fue creada, define el estatus social de una persona. Los Dalits al estar por fuera de estas cuatro castas, han sido históricamente discriminados y marginalizados. Se considera que sólo han nacido para realizar los trabajos más marginales de la sociedad, prohibiéndose incluso el contacto físico con los Dalit.

Altar Hindu de una Familia Dalit.

Los crímenes y violaciones de derechos humanos contra la comunidad Dalit se reconocen como Atrocidades. Miles de casos de atrocidades son presentados en las cortes cada año, pero en muchas ocasiones, los funcionarios no conocen las leyes referidas a las atrocidades contra las comunidades Dalit y no castigan las atrocidades de acuerdo a la ley. Como consecuencia la impunidad es sistemática en todo el país.

Mujer de la comunidad de Gulbarga. Vestida con traje, para recibir a los visitantes del FNDH y la organización Sanchaya Nele.

En varios estados, se prohíbe a los dalits entrar en espacios públicos y sociales, y se los discrimina en el acceso a servicios públicos.

Niños de Gulbarga sonríen a la cámara.

Según la ley, si una persona comente una atrocidad contra un Dalit, este debe pagar o indemnizar a la familia de la víctima. Pueden “reparar” el daño, entregando tierra, una pensión para la familia o buscando un trabajo para un miembro de la familia Dalit. Pero si el caso no es penalizado como una atrocidad, las víctimas no reciben ninguna reparación, lo que invisibiliza la discriminación sistemática contra estas comunidades.

Defensores de derechos humanos reunidos en el seminario anual organizado por el FNDH. Allí se reúnen lideres de varias organizaciones, para intercambiar y fortalecerser sus organizaciones.

Defensores de derechos humanos reunidos en el seminario anual organizado por el FNDH. Bangaloren India.

El gobierno de Narendra Modi, líder del partido BJP, ha sido acusado reiteradamente de reprimir la libertad de expresión. Según Amnistía Internacional, las autoridades centrales utilizan la Ley de Regulación de Contribuciones Extranjeras, para restringir el acceso de las organizaciones de la sociedad civil a fondos extranjeros. Con esta ley, el gobierno suspendió la inscripción la organización Lawyers Collective y se negó a renovar las licencias de otras 32 ONGs, entre ellas Greenpeace India, Navsarjan, Anhad y dos organizaciones dirigidas por los defensores de derechos humanos Teesta Setalvad y Javed Anand.

Mujer Dalit de Gulbarga. La organización Sanchaya Nele, recopila los casos de atrocidades y lleva a cabo reuniones con Dalits para preparar informes sobre los problemas que enfrentan.

Dalit vaciador de letrinas, uno de los trabajos más marginales. El tiene 45 años y enfrenta múltiples problemas de salud por las condiciones laborares. Andra Pradesh. La organización Prarambha Citizens for Social Justice acompaña esta comunidad.

Trabajadora Doméstica. Los derechos laborales de las trabajadoras domésticas no son reconocidos. Andra Pradesh. Organización Prarambha Citizens for Social Justice apoya a estas mujeres.

Según el informe de Amnistía Internacional del 2016 - 2017, las tensiones religiosas en India se han intensificado. Las discriminaciones basadas en el género y castas se mantienen generalizadas.

Jóvenes Dalit de Andra Pradesh. Muchos Dalit se ven obligados a trabajar como trabajadoras domésticas y vaciadores de letrinas. Varios jóvenes de esta comunidad se han negado a trabajar en condiciones de marginación, y desean un futuro para ellos. Visita con la organización Prarambha Citizens for Social Justice.

Obreros en Mumbai. Las condiciones laborales siguen siendo precarias en India. Muchos trabajadores no usan ningún equipo de seguridad. Estas personas viven con menos de 1,25 dólares al día.

Peluquero de Mumbai. El trabajo informal es para muchos una fuente de ingreso.

Los Dalits, tribus y otras comunidades marginadas, activistas sociales, enfrentan cada vez más difíciles condiciones laborales. A menudo los activistas son vistos y tratados como una amenaza a la "seguridad nacional" y los "intereses nacionales".

Niña juega con su padre, mientras la comunidad se reúne alrededor de la visita del FNDH y la organización Sanchaya Nele en Gulbarga.

A pesar de los desafíos que enfrentan las organizaciones sociales, según FNDH, su trabajo hace una diferencia significativa en las comunidades marginadas de las que forman parte y que apoyan.

Un privilegio conocer a defensores y defensoras de derechos humanos en India. Como lo dijo en su momento el pintor francés Camille Pissarro "Bienaventurados los que ven cosas hermosas en lugares humildes donde otros no ven nada".