Confirman que los noruegos compran coches eléctricos sólo cuando hay incentivos del Gobierno
En Noruega se esta demostrando que las matriculaciones de vehículos eléctricos solo son atractivas si se tienen incentivos para su compra y utilización. En caso de acabar con ellos los usuarios ya se plantean seríamente dar el salto al mundo «enchufable».
Desde el 1 de enero de 2023 en Noruega hay nuevos impuestos pensados especialmente para los eléctricos; por un lado se recupera el IVA del 25% para aquellos vehículos «cero emisiones» que superan las 500.000 coronas noruegas mientras que para todos los automóviles se añade el impuesto al peso, y esto es algo afecta directamente a los grandes coches eléctricos.
Al finalizar el mes de enero, queda en evidencia que las matriculaciones de vehículos nuevos han caído en un 76,6% en comparación con el mismo mes del año anterior hasta alcanzar las 1.860 unidades matriculadas, un dato que está muy lejos de los más de 30.000 coches entregados en diciembre. Es la cifra más baja desde 1962.
Parece que los usuarios noruegos solo dan el salto al mundo eléctrico si encuentran facilidades y menores impuestos; si se igualan las condiciones la conciencia «verde» se disipa
La cuota de eléctricos se redujo durante el mes de pasado del 83,7% al 66,5%, demostrando que sin ayudas ni ventajas al uso, no interesan. Los coches que mejor comportamiento tuvieron fueron los híbridos aunque los diésel pasaron del 2,7% de cuota al 7,7%.
Es de esperar que en los próximos meses el gobierno noruego mueva ficha para agilizar las ventas de nuevo o de lo contrario se encontrará con un mercado de eléctricos en caída. Recordemos que Noruega es un país muy largo con grandes distancias entre las ciudades más importantes, y viajar con eléctricos de poca autonomía es una verdadera carga.