"Nací en un lugar que no existía" Ronald Mayora

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Ronald Mayora es un venezolano, o como él mismo dice, un latinoamericano de origen afrodescendente que habla posicionado desde sus propios orígenes. Más allá de esto, es una voz reconocida en Kristiansand a la hora de hablar del análisis del racismo en Noruega y cómo se mantiene vivo.

Mayora cuenta que nació en un barrio que no existía en los mapas, un lugar donde viven afros y migrantes; la población más excluida, propia de una historia marcada por el colonialismo y el despojo. Dinámicas que hoy se ven reflejadas en los territorios periféricos de casi toda América Latina. "Yo nací en un barrio de negros (afrodescendientes) étnicamente discriminado". Crecer en un lugar que "no existía" moldeó su identidad, explica.

Para este académico, la respuesta al porqué nació en un territorio negado parte de una cuestión histórica. Retoma el concepto de la natividad, que surgió en conversación con Radio Latinamerika sobre los procesos independentistas. Para él, los esclavos y los grupos originarios participaron en estos procesos motivados por los criollos, "españoles nacidos en la Nueva Granada", quienes usaron este sentimiento para animar a las masas a emprender la lucha.

Pero cuando la guerra acabó y llegó la hora de construir la nación, todos fueron excluidos "y el hombre blanco se quedó con todo". En consecuencia, la discriminación y la marginación han llevado a los pueblos a vivir no solo excluidos, sino fuera de la toma de decisiones sobre sus destinos. De esta forma, este académico relaciona la historia con los cimientos de su visión del mundo.

Hombres blancos ¿también racializados?

Mayora llegó a Noruega a los 23 años, y narra que a pesar de que en Latinoamérica el racismo y el clasismo son latentes, su primera experiencia de racialización la vivió en Noruega. Porque aquí, a diferencia de su país, era categorizado como de "otra etnia".

Mayora dice que no son los hechos concretos ni las pequeñas cosas que vas atravesando cuando llegas acá, o la forma en la que te hablan y la percepción que la gente tiene de ti lo problemático. Lo que verdaderamente importa son las ideas que hay detrás de todo eso. Ronald se refiere a las estructuras que, tanto él como otros académicos, han señalado como las que perpetúan el racismo contra los migrantes en Noruega y Europa.

"Cuando hablas de racismo en la academia o en otros lugares, te pueden ver como problemático", añade. "La diferencia entre Latinoamérica y Noruega es que en nuestros países está allí, la gente no tiene problema en decirlo abiertamente. Pero aquí es una cuestión más de moral, las connotaciones de ser racista son negativas". Sostiene que aquí un racista puede negarlo, y el problema es que, al no reconocerlo, la sociedad no se hace cargo de eso. "Asume tu responsabilidad y mira qué haces con ese tipo de ideas", dice enfático.

En este punto, Mayora introduce una perspectiva crucial: la racialización no es exclusiva de grupos afro, grupos originarios o migrantes. Cree que los blancos también pueden ser racializados o experimentar formas de racismo. Pone como ejemplo el caso de los polacos en Noruega, a quienes son vistos como "obreros, fuertes, solo sirven para la construcción". Para él, esta es una forma de racialización. Sin embargo, matiza que hay racializaciones que te ponen en clara desventaja y otras que no, como por ejemplo, la de "hombre blanco, inteligente", que ya te posiciona en una jerarquía.

No dejar pasar episodios racistas es también asumir una responsabilidad: "Es una batalla que doy por mis hijas, quiero que no tengan que pasar por las mismas experiencias que yo". Narra que, a sus hijas, nacidas en este país, constantemente les preguntan de dónde son, y eso es muy agotador. Por eso él ha decidido que cada vez que le preguntan de dónde es, contesta: "Soy de Oslo", "con el peor acento" y lo hace de una manera pedagógica.

Escucha la entrevista con Ronald Mayora en el programa de radio y podcast El Intermedio, creado por Mónica Orjuela.