Cuba exige a Estados Unidos el fin del bloqueo "ilegal e inhumano"
El gobierno cubano reclamó “ayer enfática y enérgicamente” el fin del bloqueo que Estados Unidos impuso hace 60 años a la isla, reforzado “a límites insospechados” durante la pandemia del covid-19.
“Nuestra denuncia se mantendrá firme e invariable en tanto no cese en su totalidad esta política inhumana e ilegal”, dice la declaración oficial del gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel, al cumplirse ayer el aniversario.
Desde el triunfo de la revolución liderada por Fidel Castro en 1959, los 13 presidentes que pasaron por la Casa Blanca mantuvieron “la apuesta de provocar el colapso económico y la insostenibilidad del proyecto revolucionario”, denunció.
Seis décadas después que el presidente John F. Kennedy emitió la Proclama 3447, que decretó un bloqueo total sobre Cuba y entró en vigor cuatro días después invocando la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917, el embargo “no ha tenido nunca el menor atisbo de legitimidad ni justificación moral”, señala el texto.
“A partir de entonces, la política de cerco y asfixia económica se consolidó como eje central de la estrategia dirigida a coartar el derecho legítimo de los cubanos a defender su soberanía y forjar un proyecto emancipador, ajeno a la dominación imperialista”, agregó.
En el contexto de la lucha contra el covid-19, el bloqueo llegó “a límites insospechados de crueldad, al obstaculizar donaciones solidarias, tratar de entorpecer el desarrollo de las vacunas cubanas”, añade.
El pronunciamiento se refiere a las vacunas contra el coronavirus Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus desarrolladas en la isla, con las que 9.8 millones de personas de una población de 11.2 millones han sido vacunadas.
En 60 años, el bloqueo ha provocado “un costo humano incalculable” y daños por 144 mil 413 millones de dólares, reiteró el gobierno, al señalar que ha sido “una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos” de los cubanos.
El embargo, reforzado por otras leyes como la Torricelli en 1992 y la Helms-Burton en 1996, “ha evolucionado para convertirse en el acto de guerra económica más complejo, prolongado e inhumano cometido contra cualquier nación”.
Cuba, que sufre una fuerte escasez de comida y medicamentos, rechaza las críticas según las cuales el gobierno utiliza esas sanciones comerciales para justificar la prolongada crisis económica que vive la isla, con un desplome de 11 por ciento del producto interno bruto en 2020, su peor caída desde 1993 y una tímida recuperación de 2 por ciento en 2021. “Las medidas de coerción económica alcanzan una agresividad cualitativamente superior. Se aplican medidas de guerra no convencional”, dice la declaración al referirse al endurecimiento del bloqueo impulsado por el gobierno de Donald Trump, que devolvió a la isla a la lista de países patrocinadores del “terrorismo”, de donde había salido en 2015, y aplicó 243 medidas adicionales al cerco.
El presidente venezolano Nicolás Maduro, exigió el fin de la “asfixia” estadunidense contra la isla, al considerar que una amenaza contra los derechos de sus ciudadanos y una muestra del “más agresivo empeño de guerra contra una nación”.
Movimientos de solidaridad a lo largo América y Europa se pronunciaron en similares términos. Por lo pronto, se informó que la Casa Blanca ha recibido recomendaciones para permitir mayor flujo de remesas a Cuba que fueron severamente restringidas durante la administración de Trump. El presidente Joe Biden pidió en julio al Departamento del Tesoro y al Departamento de Estado que estudiaran el asunto e informaran sobre cómo permitir pagos de remesas.
El secretario de Estado adjunto de Estados Unidos, Brian Nichols, también expresó a legisladores que Washington enviaría funcionarios consulares de servicio temporal a la embajada de La Habana para aumentar el procesamiento de visas, otra medida que flexibilizaría los límites.
Acusan trata de personas
El gobierno estadunidense acusó de nuevo a Cuba de “trata de personas”, al referirse a las “misiones internacionalistas” cubanas. “#TrabajoForzado es trata de personas”, tuiteó Nichols. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, afirmó el pasado 26 de enero, que señalamientos de ese tipo “buscan empañar el esfuerzo solidario de la cooperación médica cubana que salva vidas y cuyos méritos incuestionables reconoce la comunidad internacional”.
(La Jornada)