Estudiante exiliada de Nicaragua se enfrenta a desprotección internacional en Noruega
Michelle Quezada tuvo que huir de Nicaragua debido a amenazas por parte de paramilitares en Carazo, refugiándose en Noruega, donde el gobierno le dificulta el acceso a asilo político por no ser figura pública...
Michelle Quezada cursaba un programa internacional en idioma inglés en la Keiser University en San Marcos, Carazo en Nicaragua. Ella habitaba en este municipio con su madre y hermano. Dedicaba su tiempo al estudio, familia y amistades. Pero esto cambió radicalmente, al igual que la vida de muchos otros estudiantes que salieron a protestar cívicamente, a partir de las masacres ordenadas por el régimen Ortega-Murillo en abril 2018.
Michelle se integró a las protestas que se desarrollaron en tres municipios caraceños: Jinotepe, Diriamba y San Marcos. Quezada relató: “Lo que me motivó a participar en ellas fue ver las injusticias que el régimen hace en Nicaragua, y sentir como cada día se unían las personas para hacer escuchar su voz”. Su valentía le valió vivir fuertes represalias: “Las amenazas comenzaron algunos días después de las protestas por mensajes, ya físicas fueron en agosto y parte de septiembre del 2018. Nos cambiamos de casa por esas razones”.
Dictadura ORMU le quitó beca taiwanesaMichelle Quezada había obtenido una beca MOFA para estudiar en Taiwán en julio 2019. Ella se preparaba para emprender el viaje hacia el país asiático cuando le reportaron que la beca le había sido retirada al mes siguiente: “Tuve una entrevista en la embajada: la explicación de la cancelación fue porque el programa se había quedado sin fondos”. Otros 15 estudiantes también fueron afectados. Varios de estos estudiantes señalaron razones políticas vinculadas a revanchas del régimen orteguista, ya que habían participado en protestas cívicas.
Ante los reclamos, la embajada de Taiwán en Nicaragua negó que se debiera a razones políticas, y se escudó argumentando que ellos no eran quienes escogían a los becados ante los medios de comunicación. Quezada asegura que fue debido a su activismo autoconvocado y sus denuncias a las violaciones de derechos humanos en Nicaragua. Por su parte, el embajador señaló al Fondo de Cooperación y Desarrollo Internacional taiwanés como el responsable, según el diario La Prensa.
Posteriormente, la embajada de Taiwán becó a estudiantes y maestros, algunos de ellos simpatizantes del gobierno nicaragüense, acorde al diario La Prensa. “La embajada otorgó luego 14 becas para maestros de INTUR e INATEC después de la cancelación, cosa que es incoherente puesto que no tenían fondos”, denuncia Quezada.
Intento de secuestro y exilio a NoruegaDespués de haber sido víctima de tal injusticia, la situación se fue agravando para Michelle. Al mes siguiente de que le retiraran su beca, los paramilitares continuaron dándole amenazas de muerte, e intentaron secuestrarla cerca de su universidad en San Marcos: “Había recibido varias amenazas por parte de ellos. Anteriormente vivía cerca de la universidad y decidí mudarme varias veces por el hostigamiento”. Esto fue la gota que derramó el vaso, y la estudiante decidió exiliarse en Noruega.
Michelle Quezada llegó a Noruega en noviembre 2019 a solicitar protección internacional. Viajó sola, y lleva un año y 3 meses de exilio en el país. Ha vivido en tres localidades: Råde, Moss y Trondheim, donde reside actualmente, a la espera de una respuesta positiva para rehacer su vida.
Quezada relata que ser solicitante de asilo político ha sido muy difícil. Aunque, poco a poco, le ha ido tomando gusto al país: “La vida en el refugio ha sido bastante deprimente, pero desde que vine a Noruega siento que puedo caminar sin miedo a que en cualquier momento una camioneta se pare al lado mío y me secuestre o mate. Esa seguridad que siento en la calle es lo que me hace seguir aquí”.
Gobierno noruego con escasa información sobre crisis sociopolítica en NicaraguaUn año después de iniciada la crisis sociopolítica en Nicaragua, Landinfo empezó a recopilar información sobre Nicaragua por primera vez debido al incremento de solicitudes de asilo político por parte de nicaragüenses en Noruega, siendo sus primeros reportes sobre Nicaragua publicados en marzo 2019.
Landinfo es un organismo noruego que se encarga de proveer informes sobre inmigración en este país. Estos informes son utilizados por la Dirección de Inmigración (UDI) y la Junta de Apelaciones de Inmigración (UNE) para tomar decisiones. Sin embargo, este organismo aclara que “las respuestas de Landinfo tampoco expresan las opiniones de las autoridades noruegas sobre las condiciones y países mencionados”. Es decir, UDI y UNE pueden tomar decisiones independientes de sus informes.
En el reporte mencionado anteriormente, el organismo reconoció: “Landinfo no ha recibido muchas consultas sobre Nicaragua en el pasado, ya que muy pocos ciudadanos de Nicaragua han venido a Noruega como solicitantes de asilo. Landinfo nunca ha visitado el país y, por lo tanto, la base de fuentes es algo limitada”.
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Estas declaraciones son respaldadas por Michelle, quien opina que hay poquísima información al respecto: “Creo que falta un poco más de información acerca de Nicaragua en Noruega o más noticias que sean en inglés o noruego para que esto sea más sencillo, para que Noruega se entere de la crisis que se vive en Nicaragua”.
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Posteriores informes de Landinfo se han limitado a dos más: uno en septiembre 2020 sobre arrestos derivados de la insurrección de abril y el COVID-19 en las prisiones, y el otro en febrero 2021 sobre la Ley de Ciberdelitos y sus implicaciones.
En otras palabras, el gobierno noruego apenas posee elaborados cuatro reportes públicos sobre la migración forzada derivada de la crisis sociopolítica en Nicaragua.
Indiferencia gubernamental noruega ante nicaragüenses exiliados que no son figuras públicasAunque Landinfo reconoció en su segundo reporte de marzo 2019 que “las personas que participan en las manifestaciones corren un gran riesgo y que las autoridades vigilan quién participa en las protestas e intervienen contra ellas”, los oficiales de UDI suelen considerar que simplemente las figuras públicas están expuestas a peligro de muerte o encarcelamiento político. Esto ha sido expuesto por nicaragüenses aplicantes a refugio, quienes fueron rechazados de Noruega, desde el anonimato.
Estas afirmaciones se sustentan en las estadísticas de la Dirección de Inmigración (UDI): se reportaron 13 solicitudes de asilo político por parte de nicaragüenses en 2018, 11 solicitudes en 2019 y 14 solicitudes en 2020.
2018: 13
2019: 11
2020: 14
2021: Sin datos
Total:38
Total de solicitudes de asilo político en Noruega a raíz de la insurrección de abril.
En 2019 solamente 2 solicitudes fueron aceptadas. En 2020 se reportó el mismo número de aceptados: solo 2. En total se han rechazado 20 aplicaciones de refugiados nicaragüenses en Noruega. Las demás están a la espera de una resolución.
2019: 2
2020: 2
2021: Sin datos
Total: 4
Total de solicitudes de asilo político de nicaragüenses aprobadas en Noruega.
Algunos de estos nicaragüenses, a quienes se les negó el asilo, han reportado anónimamente que el gobierno noruego los hace subir a un avión con destino directo a Nicaragua, y no les hacen entrega de sus pasaportes hasta que pisan suelo nicaragüense, negándoles la oportunidad de buscar protección en un tercer país ante el peligro que implica la deportación para ellos.
Este actuar gubernamental contradice la evaluación realizada por Landinfo en su tercer informe, fechado en septiembre 2020, el cual aclara: “Incluso personas sin ningún perfil social o político particular han sido detenidas en 2020 debido a participación en las manifestaciones de 2018”.
Foto artística representando el dolor de Nicaragua, por Michelle Quezada. Cortesia.
Michelle Quezada se siente temerosa, ya que ha apelado en cuatro ocasiones ante la tentativa de negativo extendida por UDI. El organismo ha considerado que no enfrenta mucho peligro al no poseer un perfil mediático elevado, a pesar de que perdió su beca taiwanesa por protestar cívicamente y tuvo que abandonar su casa por amenazas de paramilitares. Dejar Noruega implicaría un nuevo y doloroso desgarramiento familiar, pues se ha reencontrado con parte de su familia en Trondheim, y no puede volver a Nicaragua por las amenazas contra su vida.
Michelle concluye: “Definitivamente tanto ellos como nosotras (su tía política) estamos con miedo de lo que pueda pasarnos. El camino ha sido difícil, pero hemos buscado la manera de mantenernos juntos y apoyarnos”.
Crónica de la revista República18.com. Publicada en nuestro sitio web con autorización de la autora, Solange Saballos.