La novela detectivesca, de suspenso, crimen y terror: Una tradición de Semana Santa en Noruega

Escrito por Yanina López
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Semana Santa es el feriado más largo del primer semestre del año de la Noruega moderna y marca la diferencia entre invierno y primavera en gran parte del país. En tiempos “normales”, vale decir sin pandemia, casas y tiendas se visten de símbolos culturales como narcisos y otras flores amarillas, huevos de pascua y pichones. La comida típica es el cordero y se le asocia, además, con vacaciones en cabañas, viajes al extranjero y a centros de esquí. Es también, por tradición, semana de lectura de novelas detectivescas, de suspenso o terror.

Sabido es que los tiempos han cambiado. Desde el año pasado, las festividades, como otros tantos aspectos de la vida, se han visto alteradas por el estado de pandemia. En el país, los cafés y restaurantes permanecen cerrados durante esta Semana Santa, también los hoteles. Se prohíben aglomeraciones, se restringen actividades sociales y reuniones familiares, se desaconseja viajar al extranjero y aquellos que lo hagan deberán cumplir con las cuarentenas. Con tantas restricciones, ya nada es lo mismo en Semana Santa, salvo leer y lo bueno, particularmente de la literatura, es que siempre nos invita a viajar.

En Noruega, la lectura de novelas detectivescas es una tradición sólida. El fenómeno comenzó a inicios de Semana Santa de 1923 cuando en Aftenposten apareció el titular "El tren de Bergen fue saqueado anoche" (en noruego: “Bergenstoget plyndret i natt”). Este titular tomó a Noruega por asalto. Pero no era una noticia de crónica roja como se creyó en un momento, sino el título de la novela policíaca de Jonathan Jerv (seudónimo de Nordahl Grieg y Nils Lie) anunciada como noticia. La novela fue un gran éxito, pues la gente hizo todo lo posible para comprarla. Con este incidente publicitario comienza la conexión entre vacaciones de Semana Santa y la novela detectivesca en Noruega.

A casi 100 años de aquel tren de Bergen asaltado una noche de abril, los noruegos no solo continúan esta tradición de lectura, sino que además ha crecido ostensiblemente la cantidad de lectores y de autores de este género. No son pocos los autores noruegos conocidos a nivel nacional e internacional que cultivan el género policial y/o de suspenso. Por lo demás, este tipo de novelas no es reciente. El libro de Maurits Hansen “The Murder of Machine Builder Roolfsen” de 1839-1840, es un ejemplo temprano de un género que incluye diversas formas de expresión literaria como cuentos, novelas, cómics y, más adelante, series de televisión y películas, incluidas las versiones cinematográficas de novelas policiales clásicas, cual es el caso de la mencionada “Bergenstoget plyndret i natt” llevada al cine por Uwe Jens Krafft en 1928 en una producción noruego-alemana.

Las novelas policiales representan una gran parte de las ventas de libros en Noruega y entre sus autores conocidos, nacional e internacionalmente, figuran: Anne Holt, Gunnar Staalesen, Jo Nesbø, Jørn Lier Horst, Unni Lindell, entre otros. Es más, la novela policial de autores de todos los países escandinavos es en la actualidad uno de los géneros más vendidos en el mundo. Muchos de ellos han sido traducidos a varios idiomas, incluido el español.

Algunos ejemplos son:

“Roseanna” de Mai Sjöwall “La mujer verde” de Arnaldur Indridason

“Los hombres que no amaban a la mujeres” de Stieg Larsson

“Huesos en el jardín” de Henning Mankell

“El ojo de Eva” de Karin Fossum

Finalmente, cabe mencionar que fuera de los países nórdicos ha habido y hay grandes escritores del cuento y la novela de suspenso, detectivesca, policiaca y de terror. La lista es larga, empezando por el inmortal Edgar Allan Poe y pasando por un inigualable Roberto Bolaño; autor de “Detectives salvajes” y “2666” entre otras novelas. Acercándonos aún más a nuestros días, podemos mencionar: “Las cosas que perdimos en el fuego”, una antología de doce cuentos de terror o miedo, de Mariana Enriquez; considerada una de las voces más renovadoras del género y de la narrativa en la Argentina del siglo XXI.

Sin duda, contamos con la pluma de muchos escritores brillantes en cualquier parte del mundo. Todos ellos nos abren las puertas para entrar a universos fascinantes. En el género policial y de suspenso son innumerables las novelas que pueden llevarnos por misteriosos laberintos y donde puede ocurrir que el lector tenga las mismas oportunidades que el detective para resolver un acertijo. No obstante, el género policial no es el único género literario a nuestro alcance. Hay literatura para todos los gustos. También películas, documentales y series de televisión que pueden resultar tan fascinantes como un libro. Siempre podemos echar un vistazo a las diversas plataformas que existen y encontrar cosas de la calidad de “Mister Robot” escrita por Sam Esmail o “Black mirror” de Charlie Brooker que - en cada episodio - nos envuelve en mundos reveladores de nuestra naturaleza humana. Por lo demás, nada nos impide recurrir a algunos clásicos del cine. Por ejemplo, a las películas de Hitchcock o a las del gran Michael Haneke. Todavía más, siempre se puede volver a obras gigantes como Hamlet y Decameron.

Finalmente, recordemos que, como de costumbre, las librerías ofrecen un surtido exquisito de novelas durante estos días. Dada las circunstancias, debemos acercarnos a las vitrinas virtuales, por ejemplo, de Gyndendal, Amazon, etc. para hacernos de un libro que capture nuestra atención.

La cuestión es que estamos ad-portas de Semana Santa y, para muchos, los viajes al extranjero o a otro rincón de Noruega no constituyen una posibilidad real (menos aún en tiempos de pandemia). Pero con buena salud, con tiempo y con ganas, se puede viajar a los lugares más increíbles a través de la literatura.

¡Buena Semana Santa, buena lectura!

Esta crónica fue publicada anteriormente por Radio Latin-Amerika, el 1 de abril 2021.