La comunidad de mexicanos en Noruega

Escrito por Andrea Z. Mannes, Sendy Real, Federico Juárez Perales, Francisco Mainou y Christian Arturo Hidalgo-Herrera
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¿Cuántos son, dónde viven, qué los define como comunidad y cuál es su rol en la sociedad noruega? Según los últimos datos de la Agencia Central de Estadísticas en Noruega (SSB; junio 2020) unos 1540 mexicanos viven permanentemente en Noruega. Si se consideran a los mexicanos de segunda generación nacidos en Noruega y a los mexicanos que han obtenido la doble nacionalidad (mexicano-noruegos), esta cifra se incrementa a 2262 personas. Estudiantes y trabajadores temporales no están incluidos en esta estadística.

Migración post-boom petrolero y en los últimos diez años

Apenas unos 286 mexicanos pioneros emigraron a Noruega en las cuatro décadas posteriores al boom petrolero (1970-2010), mientras que el 81% de los residentes actuales emigraron después de 2010. La diáspora mexicana ha emigrado principalmente por tres razones: para conformar familias (visa por reunificación familiar, 68%); para estudiar maestrías y/o doctorados (visa por estudios de posgrado, 20%) y para trabajar en oficios o empleos calificados (visa de trabajo, 12%) (1).

Mexicanos en el norte, en el sur y en todos lados

Un poco más de la mitad de la población de mexicanos en Noruega (780 personas) se concentran en las cuatro ciudades más grandes de este país: Oslo, Bergen, Trondheim y Stavanger. Un número muy similar (760 mexicanos) viven en poblados pequeños en todo lo largo y ancho del territorio noruego, pues existen registros de al menos un mexicano en 112 de los 356 municipios o kommune (1), es decir, tan al sur como en Kristiansand o más allá del círculo polar ártico en Svalbard.

Mexicanos jóvenes y altamente calificados

Casi un 70% de la comunidad de mexicanos en Noruega tienen educación técnica (carreras cortas), licenciaturas, maestrías o doctorados en áreas tales como gastronomía, humanidades, ciencias exactas y de la salud, administración de negocios o ingenierías, entre otras. Más de un 85% de estos mexicanos son egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) o del Instituto Tecnológico de Monterrey (ITESM) (2), instituciones educativas que están posicionadas dentro de las 10 mejores universidades en Latinoamérica (3).

Aproximadamente un 80% de los mexicanos en Noruega son bilingües (español-inglés) o poliglotas y han logrado concluir el nivel de A2 de noruego entre 2-4 años después de haber migrado al país, además de tener una amplia experiencia laboral en México o en otros países (2). Los mexicanos son indudablemente una de las comunidades latinoamericanas en Noruega con un mayor número de profesionistas con posgrados concluidos y con sólidos elementos profesionales para desempeñarse en el mercado laboral noruego (1,2).

Mexicanas a la vanguardia

Seis de cada diez mexicanos residentes en Noruega son mujeres. Aunque la mayoría de ellas ha emigrado principalmente para formar una familia, también cumplen con el común denominador que define a los mexicanos en este país: son mujeres jóvenes, con estudios superiores y laboralmente bien capacitadas.

Es aquí donde deseamos enaltecer la valiosa labor de las mexicanas calificadas que trabajan, contribuyen económicamente a su manutención personal o la de sus familias y además crían hijos nacidos en este país, pues ellas contribuyen para que su comunidad sea más igualitaria y para que la sociedad noruega sea más diversa e incluyente al conformar familias biculturales y al promover el español como lengua materna en Noruega.

Mexicanas con rostro de Catrina. Foto: Sendy Real.

Embajadores de la gastronomía y cultura mexicana en Noruega

Los mexicanos en Noruega son extremadamente creativos para reproducir los sabores de la ancestral y mega-diversa gastronomía mexicana con la reducida disponibilidad de ingredientes que se localizan en los supermercados locales. Y si no encuentran los ingredientes, compran comida hecha en casa por algún mexicano con buena sazón o se van a comer a la calle. Más de quince restaurantes mexicanos en Oslo, cuatro en Trondheim, tres en Stavanger y tres en Bergen son el repertorio de lugares clave para socializar y comer “como Dios manda”. La comida mexicana nos abre las puertas en cualquier país del mundo y nos identifica como nación. Compartir un buen taco con un noruego es sin duda una excelente estrategia de integración social que muchos mexicanos ponen en práctica.

Los mexicanos han instaurado algunas de las tradiciones mexicanas más emblemáticas en Noruega. Por ejemplo, el Día de Muertos, las posadas, las fiestas patrias, las piñatas, el mariachi y la danza folclórica. Artesanos, escultores, pintores, cartoneros, cineastas, fotógrafos, danzantes, músicos, animadores multimedia y escritores residentes en este país contribuyen de forma extraordinaria a la diversificación cultural de Noruega mediante una densa agenda de eventos culturales cada año.

La Catrina y El Santo en la iglesia de Nidaros-Trondheim. Foto: Rosalía Redondo Acosta.

Mexicanos en Oslo

Oslo es la capital y ciudad más grande de Noruega y es reconocida principalmente por ser una ciudad cosmopolita y multicultural, pues allí el 33.75% de la población es de origen inmigrante (4). En Oslo viven 467 mexicanos de entre 20 y 60 años y ellos representan la comunidad tricolor más grande en Noruega. Esta comunidad tiene una vida social muy activa y contribuye excepcionalmente al repertorio cultural capitalino, por ejemplo, con conciertos de mariachi en vivo o exhibiciones de danza folclórica en eventos culturales organizados por mexicanos. De hecho, algunos mexicanos en Oslo han debutado en programas de radio o televisión locales ya sea bailando, cantando o cocinando delicias de la gastronomía mexicana.

La Embajada de México se encuentra en Oslo y por esta razón, todas las actividades diplomáticas y consulares ocurren principalmente en esta ciudad. Los mexicanos en Oslo se caracterizan por ser una comunidad bien organizada, con diversos líderes y sub-comunidades que mantienen una comunicación cordial e intereses afines. Además, estos mexicanos-osleños destacan por su alto nivel de emprendimiento y por su desempeño profesional en áreas tales como la industria petrolera, investigación en instituciones privadas o en universidades, en el sector de digitalización y tecnologías de información, gastronomía y el arte.

Una mexicana y su esposo noruego vendiendo pozole en Mathallen-Oslo. Foto: Anayensing López.

Mexicanos en Bergen

Bergen es la ciudad conocida como la "puerta a los fiordos noruegos" y allí viven 129 mexicanos de entre 20-50 años con perfiles profesionales son muy diversos. Muchos de estos mexicanos han emigrado por reunificación familiar o para realizar estudios de posgrado principalmente en la Norwegian School of Economics (NHH) y en la Universidad de Bergen (UiB). Una gran cantidad de mexicanos emigran temporalmente a Bergen para trabajar en el sector turístico durante la temporada de verano, pero todos ellos deben dejar el país al término de sus contratos laborales.

Esta comunidad es de tamaño medio, pero gracias al esfuerzo de sus líderes se han posicionado como uno de los grupos minoritarios más participativos en la agenda cultural bergense. Ejemplo de ello son las múltiples presentaciones de su grupo de danza folclórica, las fiestas mexicanas y el festival del “Día de los Muertos”, el cual ha sido uno de los más concurridos en Noruega desde 2012. Los mexicanos en Bergen también son emprendedores y participan activamente en la creación de startups y empresas de servicios, e incluso algunos de ellos han logrado colaborar significativamente con organizaciones tales como la Cámara de Comercio de Bergen (Bergen Næringsråd), Innovasjon Norge o Etablerersenteret, entre otras.

Integrantes del grupo de danza folclórica “México Lindo” en Bergen. Foto: Luis Vera.

Mexicanos en Trondheim

Trondheim es la capital de la Innovación y la Tecnología en Noruega, o algo así como un pequeño Silicon Valley nórdico. En esta ciudad viven 100 mexicanos de entre 25-55 divididos principalmente en dos grupos: una comunidad flotante y temporal, o de estudiantes que migran para estudiar maestrías o doctorados en la universidad más prestigiosa de Noruega (Norwegian University of Science and Technology, NTNU); y una comunidad fija conformada por mexicanos que migraron ya sea por reunificación familiar o como personal altamente calificado con un contrato de trabajo en mano.

Aunque esta comunidad es pequeña, está dominada por científicos y tecnólogos quienes trabajan en áreas tales como investigación en nuevos materiales, biomedicina, desarrollo industrial, neurociencias, tecnologías digitales, automatización, sector marítimo, acuacultura y servicios ambientales, entre otras. De hecho, Trondheim tiene la tasa de desempleo entre inmigrantes calificados más baja en Noruega (SSB.no) y es una ciudad con muchas oportunidades laborales para mexicanos calificados. La comunidad de mexicanos en esta ciudad está un tanto segregada, pues la mayoría de sus miembros atienden primordialmente sus empleos y sus familias. Sin embargo, todos mantienen una comunicación cordial entre ellos y participan en las iniciativas culturales y recreativas organizadas por sus líderes.

Integrantes de la comunidad de mexicanos en Trondheim posando con la alcaldesa, Rita Ottervik. Foto: Sendy Leal.

Mexicanos en Stavanger

La capital petrolera de Noruega es Stavanger y en esta ciudad viven 84 mexicanos de entre 25-40 años, los cuales se destacan por su perfil profesional especializado en el sector energético (petróleo y gas) y por su liderazgo en el emprendimiento social y comercial. Por ejemplo, en Stavanger se encuentra la primera tortillería industrial del país fundada por una mexicana y su esposo noruego, y en la isla de Finnøy, se ha incorporado con éxito una de las primeras plantaciones de tomate verde a cargo de una mexicana visionaria. Además, existen varios mexicanos incursionando con sus restaurantes y diversas empresas en esta ciudad.

Los mexicanos en Stavanger son la comunidad mexicana más pequeña en Noruega y aunque no tienen una organización regional significativa, ni personas que ejerzan el liderazgo estratégico, se mantiene en contacto y se apoya mutuamente en sus proyectos. Stavanger es una ciudad con muchos recursos económicos y visión internacional y es aquí donde hay una oportunidad para unificar a los mexicanos en esta ciudad y así aprovechar su energía, experiencia y potencial para posicionarse como una de las diásporas mexicanas con mayor contribución económica, política y social en Noruega.

Producción industrial de tortillas en Stavanger, a cargo de una mexicana y su esposo noruego. Foto: Leticia Rodríguez.

Nuevos horizontes, nuevos retos

Migrar a Noruega no es cosa fácil. El idioma, el clima, el desempleo y la casi impenetrable cultura noruega son los principales retos a los que se enfrentan todos los mexicanos y muchos otros inmigrantes. Además, las leyes migratorias noruegas son más estrictas año tras año (5), por lo que obtener un permiso de residencia en Noruega requiere de mucho esfuerzo, tiempo, varios miles de coronas al año y de una capacidad de adaptación y resiliencia extraordinarias.

¿Hacia dónde vamos y cómo podemos mejorar como comunidad? Puntualicemos los retos y oportunidades para la comunidad de mexicanos en Noruega:

  • Nuestra embajada. Además de las funciones típicas de una embajada mexicana en el exterior, son necesarias acciones que unifiquen y fortalezcan a la comunidad a corto plazo y que las nuevas administraciones den continuidad a las acciones más efectivas. Por ejemplo: 1) servicios consulares descentralizados y constantes en las diferentes ciudades del país, para que los mexicanos no tengan que viajar desde otras regiones de Noruega a Oslo sólo para realizar trámites legales; 2) establecer convenios bilaterales entre NOKUT y universidades mexicanas para optimizar el proceso de revalidación de estudios superiores, 3) negociar y diseñar colaboraciones estratégicas con NAV, cámaras de comercio, asociaciones de empleados y de empleadores para facilitar la inserción de mexicanos calificados al mercado laboral noruego.
  • Todos unidos, aunque vivan lejos. No debemos olvidar que casi la mitad de los mexicanos viven en pequeños poblados diseminados, y hasta cierto punto aislados, en el vasto territorio noruego. Muchos de estos mexicanos no tienen a una comunidad cercana ni a otros connacionales con quienes puedan interactuar, por lo que son indispensables acciones que reduzcan simbólicamente la distancia, unifiquen y den apoyo a todos ellos.
  • Nuestras mujeres. A partir de 2021 el Estado noruego (UDI) requiere que los solicitantes de residencia permanente o ciudadanía noruega tengan empleo fijo y demuestren un ingreso individual superior a las 250 mil coronas anuales. Esta situación pone en riesgo la estabilidad migratoria y familiar de muchas mujeres mexicanas que migraron por reunificación familiar, pero están desempleadas y han vivido al margen de los ingresos de sus cónyuges por varios años. Es imprescindible crear estrategias que permitan la inserción inmediata de estas mujeres al mercado laboral noruego, por ejemplo, cursos de actualización profesional, de noruego, y de entendimiento de la cultura laboral noruega, por mencionar algunas.
  • Desempleo de mexicanos calificados. Desafortunadamente casi un 60% de los mexicanos calificados que viven en Noruega realizan empleos no relacionados a sus estudios profesionales o están desempleados (1,2). Es preciso que los mexicanos identifiquen las razones que les impiden encontrar un trabajo relevante, las afronten y se enfoquen a mejorar sus perfiles profesionales. Esta no es una tarea fácil, pero el beneficio será individual y colectivo, pues un mexicano calificado con empleo relevante es un mexicano clave para la consolidación de su comunidad.
  • “Sino compra, no mallugue”. Debemos apoyar las iniciativas de nuestros connacionales y retroalimentarlas sin estropearlas ni descalificarlas. Hay que tolerar nuestras diferencias individuales, aprender de nuestros errores y aprovechar las oportunidades con rectitud. Es tarea de cada mexicano en este país el comprender con humildad que todos somos inmigrantes, pero que tenemos valores en común con los noruegos y que nuestro proceso de integración será más fácil si nos enfocamos con gratitud en lo positivo que nos ha dado Noruega. Dejemos de criticar y empecemos a actuar.
  • Nuestros líderes. Nuestra comunidad debe robustecerse por sus integrantes y proyectarse constructivamente hacia la sociedad noruega por medio de sus líderes. Es importante reconocer el esfuerzo de nuestros líderes y considerar sus propuestas, pues la misión de todos es la misma: adaptarnos, integrarnos a la sociedad noruega y distinguirnos de otras minorías por nuestras habilidades, más no por nuestros defectos.

  • Nuestras organizaciones. Las organizaciones culturales, civiles y de mexicanos calificados (por ejemplo, la Red Global de Mexicanos) deben ejercer una representación más significativa y abordar las necesidades de la comunidad con estrategias tangibles. Es muy importante seguir promoviendo la cultura y gastronomía mexicana en Noruega, pero también lo es la integración social y catapultar a los mexicanos hacia nuevos nichos profesionales, económicos y de liderazgo estratégico.

  • Se buscan casos de éxito. Muchos mexicanos lo han logrado. Han concluido posgrados de alto nivel académico y tienen empleos relevantes bien remunerados, o puestos de alto liderazgo, o influyen en la vida social y política del país, o son líderes de opinión y ejemplo para su comunidad. En otras palabras, se han integrado exitosamente a la sociedad noruega. ¿Dónde están? ¿Cómo lo han logrado? Estos mexicanos pioneros y ejemplos a seguir ahora tienen una oportunidad de apadrinar a otros compartiendo su experiencia con aquéllos mexicanos que están buscando una oportunidad en este país.

Los mexicanos tenemos mucho que ofrecer a Noruega, pero también mucho que aprender de los noruegos. Por nosotros, por nuestras familias y para fortalecer los puentes entre ambas naciones ¡Viva México, viva Noruega!

El destacado "Mariachi Sol de Oslo" durante una presentación para amenizar El Día Nacional de México. Foto: Radio Latin-Amerika.

Fuentes:

1) ssb.no

2) LATES-Norge, 2019 (bit.ly/3gmarfK, bit.ly/3gsxvs2, bit.ly/3xiuwt2)

3) topuniversities.com

4) oslo.kommune.no

5) UDI.no

Sobre los autores:

Los autores son mexicanos y viven permanentemente en Oslo, Bergen, Trondheim y Stavanger. · Andrea Z. Mannes es originaria de la Ciudad de México, doctora en biología evolutiva (UiB) y trabaja como consultora en biodiversidad marina para la industria de la acuacultura y como profesora del curso de estudios sociales noruegos (samfunnskunnskap) para inmigrantes latinoamericanos en Trondheim. · Sendy I. Real es quintanarroense, tiene una maestría en Derecho Corporativo por la Universidad Anáhuac, trabaja en el sector de educación preescolar, como profesora de español en Folkeuniversitetet y es promotora de talleres y actividades infantiles en Trondheim. · Federico Juárez Perales es tamaulipeco, graduado como Ingeniero Petrolero (UNAM), con una maestría en terminación de pozos submarinos (NTNU), representante local por el partido liberal conservador Høyre y trabaja como gestor de calidad y riesgos corporativos para la industria petrolera en Stavanger. · Francisco Mainou nació en Oaxaca, tiene una maestría en gestión tecnológica (NHH), otra en tecnologías médicas (NTNU) y trabaja en el departamento de Medicina Clínica en la Universidad de Bergen. · Christian Arturo Hidalgo-Herrera es originario de la Ciudad de México, tiene una maestría en Innovación y Emprendimiento (UiO), trabaja como asesor en IT y como proveedor de servicios de desarrollo web.

Contacto:

andrea.zamora.mannes@gmail.com