El estrechón de manos como saludo vuelve a ser polémica en Oslo. Esta vez entre un alumno y la directora de su escuela

Una nueva controversia en torno al racismo se desarrolla en la sociedad noruega. Y es que después de que se viralizara un video en el que se muestra cuando un alumno del décimo curso rechaza contundentemente saludar con un apretón de manos a la directora de su escuela en la ceremonia de graduación, y la reacción de ella ante el rechazo del joven, no ha dado tregua.

A pesar de que la rectora ya se había disculpado, ahora varios empleados que presenciaron el episodio decidieron enviar un informe a la Agencia Noruega de Educación sobre el comportamiento de la rectora, basándose en la sección 9A-5 de la Ley de Educación, reportó el diario VG. Dicha sección 9A-5 se refiere a la sospecha de que un empleado ha ofendido a un alumno.

Y es que en el video original se puede ver cuándo el graduando le quita rápidamente el diploma de la mano a la rectora que le esperaba sonriente para felicitarlo y como si estuviera a punto de quemarse, el muchacho la rechaza mientras ella intenta, con un poco de jaleo y sin éxito acercarse a él y darle la mano. Hasta que ella, en un impulso de visible frustración reacciona levantando la voz para dirigirse a todos y al propio estudiante protagonista del impasse.

La directora, en medio de la situación, se dirigió al fórum con unas palabras que hicieron el incidente trascendiera. La directora, según se traduce de los medios de comunicación locales dijo:

- “Muchachos, vivimos en Noruega, y así no debe ser. Y a ustedes, padres, también, vivimos en Noruega” y continúa luego con unas palabras directamente al alumno con el que todo inició: - “Tienes que trabajar con mujeres noruegas, de lo contrario no tendrás éxito en Noruega. Tienes que aceptarlo. Tus padres tienen que aceptarlo. Esta es Noruega”, decía y algunos en el auditorio aplaudieron sus palabras.

La escena fue la chispa que provocó el hervidero, y las acusaciones de racismo en su contra surgieron de inmediato. Las visualizaciones del video no tardaron en alcanzar más de 785 mil vistas, según informó la cadena pública de radio y TV, NRK y muchas nuevas versiones del video también han sido publicadas y algunas de estas han sido editadas.

Tras la viralización del incidente, la directora, envió mensajes de disculpas a los alumnos y a los padres que los medios locales publicaron días pasado: "He recibido muchos comentarios y varias reacciones sobre mi gestión de la situación (del jueves). Lo comprendo. Fue demasiado violenta y conflictiva. Queríamos que la ceremonia de graduación sea un final agradable a los diez años de escolarización, y pedimos disculpas porque el incidente y mi reacción hayan afectado, (negativamente), al final del curso escolar”

Pero se sabe que la directora no dejó de mencionar en su “mea culpa” que, de entre los asistentes al acto, más temprano ya se escuchaban gritos usando “Haram”, como una consigna, antes de que algunos de los alumnos rechazaran darle la mano.

Haram es una palabra árabe que en islamismo significa “prohibido”, como directriz religiosa sobre lo que está permitido -llamado halal- y lo que no.

En la disculpa, reportan los medios noruegos, ella dejó saber a los padres que tenía claro lo que significaba esta palabra, (haram).

También sucedió que, después del primer chico, hubo otros de creencia religiosa musulmana decidieron hacer lo mismo y dejarla con la mano extendida durante la graduación, aunque también algunos de la misma religión sí le devolvieron el saludo, le estrecharon la mano.

Desde el primer momento del incidente y hasta ahora, las opiniones no han dejado de fluctuar, políticos y personajes públicos han comentado a favor y en contra de la rectora, igualmente la opinión del noruego de a pie y de los inmigrantes de diversos grupos nacionales.

Los comentarios en las redes sociales están divididos. Por una parte, están los que defienden el derecho de la mujer en posiciones de autoridad en la sociedad, porque consideran que, si el rector hubiera sido un hombre, la situación no se hubiera presentado.

Otros cuestionan adicionalmente de qué lado proviene el racismo. Si es que el muchacho, que ya cuenta con edad suficiente para saber lo que hacía, se comportó de forma racista contra la mujer noruega y apoyan a la directora en su reacción pues todo el mundo debería poder darse la mano independientemente de su sexo. Y también están los que opinan que no se puede obligar a nadie a nada y que, si hay libertad religiosa, debe ser comprendida en su totalidad.

En el reportaje publicado por la cadena NRK, después del incidente, el director general del Centro Antirracismo, Hatem Ben Mansour, opina que - Decir que estamos en Noruega es una técnica de dominación. Es una expresión típica del racismo cultural.

Pero este episodio polémico en torno al estrechón de manos entre personas de diferente sexo no ha sido el único en Noruega, cabe recordar la visita del príncipe Håkon a la mezquita Al-Noor Centro Islámico en 2019 cuando unas mujeres no quisieron estrechar la mano al heredero real cuando este las saludó, y en este caso, fueron los líderes de la mezquita quienes se disculparon públicamente, alegando que no sabían que las mujeres no saludarían de mano al príncipe.

El diario VG informa que según islam.no, algunos musulmanes interpretan tocar a alguien del sexo opuesto como haram. Pero hay discrepancia en la interpretación del Corán, el libro sagrado de los musulmanes, sobre este asunto. Sin embargo, en la misma página web, un experto aconseja lo siguiente:

Si te enfrentas a una situación en la que o das la mano a alguien del sexo opuesto, o creas frustración e incomodidad a los demás, simplemente da la mano. [...] Vivimos en una sociedad en la que dar la mano a las personas que conoces por primera vez es una señal de respeto. Lo contrario puede interpretarse en muchos casos negativamente. Por tanto, no necesitamos ser tan estrictos en este ámbito". El debate sobre el racismo alcanza a todas las nacionalidades y diversidades de credo.

Por otra parte, personas dentro de otras comunidades de inmigrantes que prefirieron no ser nombrados, dijeron a Radio-Latinamerika que, utilizar el término racismo, en este caso es exagerado. Opinan que en todo país hay retos de adaptación e integración y que la identidad como extranjero hay que conservarla, pero que un apretón de manos, aquí en Occidente, no es sino una expresión de amistad, de cortesía y respeto.

La opinión de una inmigrante de origen cubano, estudiante universitaria en Noruega, también trasciende las redes. En una carta publicada en su perfil de Facebook, se dirige a las personas de religión musulmana con posturas radicales que se encuentran viviendo en Noruega, así como también hace un llamado a los mismos nativos de este país:

Para estos mismos entrevistados que prefirieron mantenerse anónimos, el foco neurálgico en el episodio del acto de graduación de los jóvenes de la décima clase de esta escuela de Oslo, estaría en la revisión de los métodos utilizados en los procesos de integración de diversidad cultural en el sistema de las escuelas noruegas, de manera que se pueda verificar que los mismos son realmente efectivos o por el contrario están contribuyendo a fomentar una sociedad que tiende a la segregación racial.

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