“Nunca me saqué el Carnet de la Patria” Venezuela

Sofía Gavidia, ingeniera geóloga y activista del partido de oposición venezolano Voluntad Popular, compartió con Radio Latinamerika su experiencia personal sobre cómo la persecución política la llevó a abandonar Venezuela y refugiarse en Noruega. Desde muy joven, Sofía se unió al partido fundado por Leopoldo López, atraída por la promesa de un cambio democrático en su país. Sin embargo, la realidad de su activismo la enfrentó a un clima de hostigamiento en el que expresar sus ideas políticas se volvió un riesgo cotidiano.

Al buscar empleo, Sofía recuerda cómo sus entrevistas laborales incluían preguntas sobre su afinidad con el "comandante presidente", para Sofía, responder a esas preguntas era complicado "eso no hace parte de una democracia, porque en libertad, llega un gobierno, se va, llega otro, se va, y eso es la democracia: la alternancia del poder", reflexionó Sofía. Esa creencia la impulsó a mantenerse firme en su posición, pese a los riesgos.

Su participación en las juventudes de Voluntad Popular le permitió involucrarse en política. "muchos de los que entramos allí eramos muy jovenes, éramos todos nuevos en la política, y nosotros sentiamos que podíamos ser el relevo", comenta Gavidia. La situación cambió drásticamente tras las elecciones de la Asamblea Nacional en 2021, en las que la oposición obtuvo resultados significativos. Durante una manifestación, Sofía estuvo a punto de ser secuestrada por Los Colectivos que Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos han identificado como grupos paramilitares que operan al margen de la ley, pero con el respaldo tácito del gobierno. Estos colectivos están involucrados en la represión de la disidencia y en el uso de la violencia para amedrentar a los opositores. Aunque logró escapar, poco después sufrió un atentado en Caracas. "No quería esperar para saber si realmente podían matarme, así que decidí irme", cuenta Sofía sobre su decisión de dejar Venezuela.

Eligió Noruega como su destino de exilio por su experiencia profesional y las oportunidades que el país nórdico le ofrecía en el campo de la ingeniería geológica. Hoy reside en Oslo, donde trabaja en una empresa de construcción, pero continúa atenta de la situación en su país natal.

Mientras tanto, Amnistía Internacional han denunciado en repetidas ocasiones la situación de persecución en Venezuela, agravada en años recientes y con informes alarmantes sobre tortura y secuestros. Como miles de venezolanos que han tenido que abandonar su país, Sofía espera que un día sea posible regresar.

Actualmente, se calcula que más de ocho millones de venezolanos han emigrado debido a la crisis política, económica y social, escapando de la falta de oportunidades y de un entorno hostil que sofoca las voces disidentes. Para Sofía, su deseo de volver sigue presente, pero la realidad del país la mantiene por ahora en el exilio.

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